Esta antigua alfombra Oushak. El espectador se embarca de inmediato en un viaje a través de un paisaje casi desértico. Desde suaves naranjas pastel/oro hasta dulces tonos crema, beige, todos los aspectos de la alfombra antigua se unifican en una atractiva muestra de color. Motivos angulosos y frondosos decoran el interior del borde más grande que rodea la obra. Entre el marco de este borde, en el centro de la alfombra, hay una caprichosa colección de flores y pétalos. Estos elementos parecen arrojados descuidadamente alrededor del campo beige, como si lo hiciera la naturaleza, a pesar de la simetría presente.